5 claves para cuidar tu salud cerebral

Como comes, como descansas, como te mueves y hasta como piensas puede ser determinante en tu salud cerebral. ¿Qué es un cerebro sano y feliz? Básicamente, un cerebro recibe los nutrientes, el descanso, los estímulos y hasta los pensamientos que le permiten sentirse bien, desarrollar adecuadamente sus funciones y aprovechar al máximo todo su potencial.

Descuidando nuestra salud cerebral nos jugamos mucho, no se trata solo de tener problemas de concentración en el trabajo un día puntual, sino de acabar o no desarrollando trastornos mentales e incluso enfermedades neurodegenerativas. Y, algo mucho más importante: del estado de nuestro cerebro depende también nuestra sensación de bienestar y felicidad. ¿Cómo te sientes cuando duermes mal, tienes pensamientos en bucle, tomas sustancias tóxicas o pasas demasiado tiempo sin moverte?

Las actividades mentales no solo son buenas para la salud y el desarrollo cognitivo, según estudios realizados en la Universidad de Harvard, el ejercicio, el sueño y la dieta son tres pilares básicos para la salud cerebral. Dedicarle un poquito más de tiempo y atención a tu materia gris te hará multiplicar tu potencial en todos los sentidos y ver la vida de una forma mucho más positiva y feliz.

Unos buenos hábitos de vida, enfocados al cuidado de nuestro cerebro, también nos permitirán tener una mayor reserva cognitiva, es decir, la capacidad que tiene nuestro cerebro de hacer frente a los cambios producidos por el deterioro propio de la edad o las patologías asociadas al cerebro. Es algo así como nuestro «capital mental», todo el conocimiento y recursos mentales de los que disponemos. Y cuanto mayores sean, más protegidos estaremos ante el deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer.

El intestino, el segundo cerebro

alimentos para tu microbiota

Todo ese mundo de bacterias que habita en nuestros intestinos está considerado ya por los científicos un segundo cerebro. Este universo bacteriano es el componente más grande y complejo de nuestro sistema inmunitario y, además, regula el desarrollo y las funciones cerebrales. Por eso resulta tan importante cuidar nuestra microbiota con los hábitos y los alimentos que la nutran adecuadamente.

Los alimentos fermentados, la fibra, las frutas y verduras son el mejor alimento que puedes darle a tus bacterias intestinales. Pero también te agradecerán mucho que duermas lo suficiente, que hagas ejercicio y que mantengas a raya el estrés, que cuando es crónico «asesina» a las bacterias intestinales, mermando tu estado de ánimo y tus funciones cerebrales. La buena noticia es que esta es una relación que también funciona a la inversa, así que aquí tienes cinco hábitos que te ayudarán a cuidar tus funciones cognitivas.

5 hábitos que te ayudarán a proteger tu cerebro

claves para cuidar tu salud cerebral

Estos cinco hábitos no solo te ayudarán a tener la mente fresca y enfocada durante tu día a día, sino a proteger tu cerebro de posibles enfermedades neurodegenerativas y a disfrutar de una mayor calidad de vida.

  1. Entrena cada día tu cerebro. Como te contábamos antes, el cerebro, igual que el cuerpo, se puede entrenar. ¿Cómo? Socializando, leyendo, dibujando, jugando a juegos de mesa, dibujando, haciendo cosas manuales y creativas. Este tipo de actividades ayuda a crear nuevas conexiones cerebrales y a generar nuevas neuronas, lo que te protege frente a la pérdida de memoria en la edad adulta y a las enfermedades neurodegenerativas. Existen incluso gimnasios y aplicaciones para entrenar el cerebro y mejorar sus habilidades, lo que también contribuye a mejorar nuestra reserva cognitiva.
  2. Haz ejercicio habitualmente. Está demostrado que el ejercicio regular tiene un efecto muy importante sobre el cerebro, ya que supone un mayor aporte de oxígeno y sangre para las neuronas, lo que favorece las funciones cognitivas y ayuda a prevenir ictus. Además, es una de las mejores herramientas para controlar el estrés, la ansiedad y las emociones, ayudándonos a tener la mente clara, enfocada y libre del bucle mental que a veces nos atrapa. El ejercicio físico también estimula el desarrollo de nuevas células cerebrales e impulsa las conexiones entre ellas (sinapsis). El resultado es un cerebro más plástico, eficiente y adaptativo.
  3. Comer sano. Esto es un axioma si queremos gozar de una buena salud. En el caso de la salud cerebral, ya sabemos que existe una relación directa entre las bacterias intestinales y nuestras neuronas, que se comunican constantemente. Cuanto mayor sea la calidad de los alimentos que recibe nuestra microbiota, más contento el cerebro. Y a nuestro cerebro le gusta la comida sana, fresca y natural. Hay micronutrientes que favorecen especialmente la salud cerebral, como las grasas saludables: aceite de oliva, frutos secos, aguacate, pescado azul ricos en omega 3. Si hay un nutriente que tu cerebro necesita especialmente y que puedes tomar con regularidad, es el omega 3, esencial para el funcionamiento del cerebro en todas las etapas de la vida. Puedes reforzar su ingesta con un suplemento natural como nuestras Perlas de Omega 3, de alta calidad y pureza.
  4. Sueño y descanso. Nuestro cerebro necesita descansar y dormir lo suficiente para poder regenerarse por la noche. Dormir mal o padecer insomnio crónico puede acabar produciéndonos incluso problemas mentales y patologías cerebrales. Dormir y descansar poco perjudican a la memoria, a la capacidad de concentración y aprendizaje, y pueden llegar a provocar ansiedad y hasta depresión. Cuando no dormimos bien todas las funciones cognitivas se ralentizan, entre ellas la atención. Por eso es tan importante respetar unos horarios de sueño cada día.
  5. Evitar ciertos hábitos. El alcohol es uno de los grandes enemigos del cerebro: reduce el riego sanguíneo, lo que merma las funciones cerebrales y puede llegar a provocar demencia. El tabaco en todas sus variantes (cigarrillo, vapeador electrónico) es otra sustancia que daña las células cerebrales. Por no hablar del consumo de drogas, entre ellas una considerada «dura» por muchos nutricionistas y expertos: el azúcar. Y es que unos niveles altos de azúcar en sangre mantenidos en el tiempo pueden deteriorar los vasos sanguíneos del cerebro.

El cerebro es el órgano más complejo e increíble del cuerpo humano, un auténtico regalo que no solo regula los procesos fisiológicos que nos hacen estar vivos, sino que nos permite pensar, crear o imaginar. De nuestros hábitos de vida depende que podamos o no emplear el infinito potencial que nos brinda nuestro cerebro. Si quieres saber más sobre salud cerebral te recomendamos este capítulo del podcast Fitness Revolucionario.

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