El poder transformador de la gratitud

Sentirnos agradecidos, agradecer habitualmente todo lo que ya somos y todo lo que tenemos en lugar de centrarnos en lo que aún no hemos conseguido, puede cambiarnos la vida. De hecho, llevar un diario de agradecimiento es algo que recomiendan muchos psicólogos y terapeutas, sobre todo cuando estamos metidos en un bucle de negatividad, cuando no nos valoramos lo suficiente, cuando nos comparamos con los demás o no nos sentimos felices.

Cuando nos sentimos agradecidos por lo que nos rodea y por lo que la vida nos ofrece, automáticamente inhibimos los pensamientos negativos, nos llenamos de paz, serenidad y alegría. Y, algo muy importante, nos convierte en personas más resilientes frente a los problemas y dificultades. Dedicar unos minutos al día a agradecer es un seguro de vida para nuestra salud mental y puede cambiarnos la vida.

Como ha demostrado con sus investigaciones Robert A. Emmons, considerado uno de los mayores expertos mundiales en gratitud, quienes se sienten agradecidos con lo que tienen no solo son más felices y se sienten más optimistas, sino que reducen sus niveles de estrés y fortalecen su sistema inmunológico.

¿Cómo practicar la gratitud? Desde dar las gracias antes de acostarnos, hasta agradecer cada mañana tres cosas por las que nos sentimos contentos, o llevar un diario de gratitud, hay muchas formas de hacerlo, incluso puedes crear tu propio ritual de agradecimiento. Por sus enormes beneficios y su poder transformador, nosotros te recomendamos llevar un diario de gratitud.

Los sorprendentes beneficios que tiene llevar un diario de gratitud

Beneficios diario de gratitud

El poder de los diarios de gratitud, tan de moda últimamente, está en que nos permite darnos cuenta de lo positivo que ha ocurrido en nuestro día en lugar de quedarnos con lo negativo. Agradecer cosas concretas nos ayuda a orientar a nuestra mente hacia lo que sí ha habido, hacia lo que sí ha ocurrido, a enfocarnos hacia el disfrute de todas esas cosas que habitualmente se nos escapan en nuestro día a día. De esta manera expandimos nuestra capacidad de gozo y disfrute, nos abrimos al momento presente en lugar estar lamentándonos por un pasado que no va a volver o angustiándonos por un futuro que seguramente no ocurrirá.

Llevar un diario de gratitud nos ayuda a valorar todo lo que tenemos a disposición en nuestra vida, y que normalmente no valoramos. Esta herramienta, utilizada ya por muchos psicólogos, puede realmente cambiarte la vida, y detrás de ello hay incluso una explicación científica: está demostrado que nuestro corazón emite un campo de energía electromagnética en el que influyen nuestras emociones; el corazón es un auténtico centro de procesamiento de información que envía constantemente señales al cerebro y al resto del cuerpo. Nuestro corazón influye en cómo nos sentimos, en nuestra salud y hasta en el funcionamiento cerebral.

¿A dónde nos lleva este descubrimiento científico?

A una maravillosa conclusión: cuantos más sentimientos de alta vibración o calidad haya en nuestro corazón, más tranquilos y felices nos sentiremos. Y estos sentimientos, como imaginarás, son el amor, la compasión, la amabilidad, el respeto, la nobleza, la empatía y, por supuesto, el agradecimiento.

Pero hay más, como han demostrado las investigaciones realizadas en el Centro de Investigación de Conciencia de la Atención Integral de la UCLA (Mindfulness Awareness Research Center), expresar gratitud cambia la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris funcionando y nos hace más saludables y felices.

¿Quieres más razones para empezar a agradecer?

Sé feliz gracias a la gratitud

Según afirma el doctor y neurocientífico Alex Korb en su libro, The Upward Spiral, el agradecimiento produce una increíble espiral ascendente de beneficios: la gratitud mejora el sueño, el sueño reduce el dolor, el dolor reducido mejora el estado de ánimo, el estado de ánimo mejorado reduce la ansiedad que, a su vez, mejora el enfoque, la planificación y la toma de decisiones. Todo esto reduce aún más la ansiedad y eleva la sensación de disfrute y felicidad. En un estudio revelador de los investigadores Robert Emmons (Universidad de Davis, California) y Michael McCullough (Universidad de Miami) descubrieron que las personas que llevaban un diario de gratitud experimentaban una mayor satisfacción con la vida y un estado de ánimo mejorado.

Concebir la vida como un regalo y apreciar cada día como tal nos lleva naturalmente a la gratitud, según lo expone David Steindl-Rast en su charla TED. En esta, establece una conexión sencilla y universal entre la felicidad y el agradecimiento. Sostiene que el deseo común de buscar la felicidad nos une a todos, y argumenta que no somos agradecidos debido a la felicidad, sino que, al contrario, la felicidad surge a través de la gratitud. Si consideramos la vida como un regalo y cada momento como una oportunidad para aprender, la expresión de agradecimiento se convierte en un acto esencial. Agradecer el momento presente, incluso en situaciones difíciles, no solo permite aprender, sino que también fortalece. La gratitud, según Steindl-Rast, se erige como una característica distintiva de las personas felices.

¿Qué pasa cuando las cosas nos van realmente mal o nos enfrentamos a una tragedia?

Por mucho que nos cueste agradecer en los momentos duros, según los expertos, es cuando mejor funciona el agradecimiento. Y es que en momentos difíciles o de mucho estrés el cuerpo genera un peligroso exceso de cortisol que podemos contrarrestar con el efecto calmante y beneficioso que produce el agradecimiento, que también nos va a proteger de la depresión, el estrés y la ansiedad, y nos va a permitir tener la mente más clara para poder tomar decisiones y enfocarnos en lo importante.

Cómo se practica el agradecimiento

Practicar la gratitud

Lo más efectivo es llevar un diario de gratitud. ¿Cómo se hace? Lo primero es encontrar un cuaderno bonito, que te guste, y que puedes decorar como quieras. Cada día, antes de irte a dormir, anota todo lo que agradeces haber vivido y sentido ese día. Puedes escribir todo lo que quieras o centrarte en varias cosas importantes. Dejar las cosas por escrito te permitirá volver a releerlas cuando estés de bajón o en un momento complicado.

Otra opción es meter cada día tres papelitos en un bote, las cosas que más agradeces del día. Mirarlo al final del año hará que te des cuenta de todo lo maravilloso que has tenido y vivido, y será mucho más de lo que imaginas. Si te da pereza escribir, otra opción es hacer una pequeña meditación o visualización al final del día repasando todo lo bueno que te ha ocurrido.

Como te hemos contado, las prácticas de agradecimiento son, sin duda, uno de los grandes descubrimientos terapéuticos y de desarrollo personal de los últimos años. Una herramienta que recomiendan desde psicólogos y psiquiatras, a expertos en mindfulness y meditación, terapeutas holísticos o profesores de yoga. Y es que la gratitud no solo protege nuestra salud mental, sino que nos hace sentir más plenos y felices. ¿Lo mejor? El efecto del agradecimiento es acumulativo: cuanto más agradeces, mejor te sientes.

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