Comidas sanas que no lo son tanto

Podríamos decir que la vida moderna nos ha puesto fácil «comer sano». Allá donde vayamos podemos encontrar un restaurante, servicio de comida o tienda que diga «fit, healthy food, natural, ecológico», y cuanto adjetivo que suene bien para referirnos a la alimentación más sana.

Pero, ¿es toda esa comida «sana» realmente saludable?

En Paleobull estamos lejos de los extremismos, pero sí creemos que una vida sana es una mezcla de las acciones que realizamos en el día a día (como movernos más) y las elecciones que tomamos a la hora de alimentarnos.

Y dependiendo de las metas que tengamos, hay comida que te puede llevar más cerca de ellas o alejarte de tu objetivo. Y sí, muchas veces esas comidas disfrazadas de naturales, entran en el segundo grupo.

A continuación te damos ejemplos de algunas de ellas.

Batidos verdes. ¡Por supuesto que muchos de ellos son perfectos! Es una manera rápida y deliciosa de consumir unas raciones de vegetales y frutas en un solo vaso. El problema es que si no te fijas en la tabla de ingredientes, puedes estar consumiendo azúcares añadidos sin darte cuenta. A la hora de elegir un batido verde, vete por lo más básico: una o dos porciones de vegetales más una porción de fruta y más nada.

Barras energéticas o protéicas ultraprocesadas. ¡Cómo nos arreglan la vida! Es una comida completa que puedes llevar en tu bolsillo. El problema, otra vez, está en la cantidad de aditivos y azúcares añadidos que tienen muchas de ellas.

La American Heart Association recomienda que el "azúcar añadido" (el que no viene de las fuentes naturales de comida) sea de 6 cucharaditas (24 gramos) para mujeres y 9 cucharaditas (36 gramos) para hombres. Si quieres una barra que de verdad te de los nutrientes que necesitas sin tantos agregados, busca la que tengan menos ingredientes. Grasas saludables -como las almendras-, dulce natural de los carbohidratos como los dátiles y alguna proteína. ¿Te suena? ;)

Galletas «Digestive». Este es un buen ejemplo del marketing de la industria alimentaria de los ultraprocesados. La palabra «digestive» no significa nada, es un nombre comercial que la industria utiliza para hacernos creer que de alguna forma al consumir estas galletas mejora nuestra digestión.

Pero nada más lejos de la realidad. De hecho en algunos de los envoltorios de estas galletas se indica textualmente: «La palabra digestive no significa que la galleta contiene características dietéticas digestivas». ¡Alucinante!

Comida etiquetada como «natural» o «ecológica». No tenemos nada en contra de las secciones ecológicas de los supermercados, pero hay una diferencia entre lo natural o ecológico con lo saludable. En estos momentos puedes encontrarte hasta bebidas gaseosas «con azúcar natural» y no es que te digamos que no las tomes, pero no podemos decir que sean la opción más saludable.

Y hablando del azúcar, no olvidemos que el azúcar de caña, la panela, el sirope de ágave, el jarabe de maíz, el concentrado de fruta,... es también azúcar y que por ser «ecológico» no significa que sea más saludable.

Productos dietéticos. En torno a estos productos también hay mucha confusión. Un alimento etiquetado como dietético no significa que sea saludable, simplemente se trata de un producto que está fabricado para satisfacer un objetivo nutricional concreto. Los productos dietéticos no tienen nada de mágicos y en muchas ocasiones tampoco son saludables.

Versiones fit de alimentos tradicionales. Ahora podemos encontrar la versión «fit» de muffins, hamburguesas, tortitas,... pero que a la hora de la verdad tienen algunos ingredientes poco saludables. En general, lo que pasa con estas comidas es que muchas veces lo que hacen es suplantar un compuesto por otro.

Si dicen cero grasa, muchas veces tienen más azúcar. Si dicen cero azúcar, seguramente tienen distintos tipos de edulcorantes -que en muchas personas causan problemas estomacales como gases-. Si te gustan, por supuesto que los puedes seguir consumiendo, pero en las cantidades correctas.

Alimentos avalados por el sello de una asociación. En algunas ocasiones nos encontramos con alimentos ultraprocesados, nada saludables, pero que inexplicablemente cuentan con el sello de alguna asociación del tipo «La Asociación Española de...». En estos casos hay que ser precavidos y leer con atención el listado de ingredientes para evitar que nos den gato por liebre.

Para terminar, no queremos decir que toda la comida «sana» no sea saludable, o que todo lo procesado es el diablo. ¡Todo tiene su momento en la vida y se puede disfrutar! Pero mientras más informado estés, mejores elecciones podrás hacer.

 ¡Tu salud te lo agradecerá!

 

Foto: StockSnap de Pixabay

Más artículos